Para estrenar año y mes en éste, su blog amigo, he pensado hablar de buenos deseos, pero a medida que pasan los días queda desfasado. Incluso me he planteado crear un poco de polémica fácil, que ando muy tranquilita últimamente y escribir sobre lo mal que me parecen las ayudas sociales a colectivos en riesgo de exclusión. También se me ha pasado tocar el peliagudo tema de la penalización del aborto, pero me duele por lo obvio y cerril del debate. Sé que a ustedes, libidinosos lectores, les gusta saber aberraciones sexuales o leer inspirados textos de protoamor. Pero al fin y al cabo, esta es mi web, y se caracteriza por poner aquí lo que me apetece escribir, no lo que otros desean leer; así que, guiándome por mis variables y enloquecidas apetencias, hoy voy a hablar de Nietzsche. Estoy un poco Nietzscheana, debe ser por el frío...
Entre los estudiantes de filosofía, entre los que no crecí demasiado intelectualmente, es muy común desdeñar al pensador alemán. Es como un Sálvame Deluxe: Muy llamativo, entretiene e influye... Pero con toda la carga emocional, cultural e incluso política que arrastramos, hoy carece de trasfondo... A simple vista. Sin embargo a quienes no se adentran en los vericuetos metafísicos de la filosofía, les chifla Nietzsche, de la misma forma que miles de espectadores devoran un Deluxe sin ironía alguna.
Sin embargo este señor tendría tanto que ver con el colorido negocio del insulto a cambio de dinero, como con el Punk, movimiento espontáneamente nacido al abrigo de la negación. Y se lo voy a demostrar de una forma didáctica y sencilla, tomando como ejemplo su grupo insignia, los Sex Pistols:
1.Rebelión en un contexto histórico determinado. Tanto Friedrich Nietzsche (hijo de un pastor luterano) como los Sex Pistols, aparecieron -incluso con cierto tremendismo- en una sociedad pacata, llena de prejuicios y miedos. En ambos casos, la opresión social se guiaba por la férrea tradición religiosa y un poder establecido en instituciones tan incuestionables como la monarquía.

2. Los ideales clásicos se cambian por lo meramente humano en uno y otros. En los Sex Pistols, la pulsión artística, y en Nietzsche el pensamiento filosófico, se reducen a lo mundano, a la experiencia del hombre, salvajemente aislado y avocado a los excesos. "Humano, demasiado humano" es una declaración tan lúcida y certera de la individualidad como el único disco de los Pistols, Never mind the bollocks. Here´s the Sex Pistols, que desafió incluso la creación como proceso intrínseco del arte. Se decía que ni ellos mismos tocaron los instrumentos en la grabación del mismo.

3. Soy el anticristo. El primero en anunciar semejante cosa fue Nietzsche, para demostrar la muerte de Dios, alegando que los propios hombres lo habíamos matado. Sin embargo desde finales de los años 80, el concepto fue popularizado, con toda su hondura, por los Sex Pistols gracias al estribillo de su canción Anarchy in the UK.
4. Influencia y cambio de conciencia de toda una época. El legado de Nietzsche supuso una profunda conmoción de la conciencia en el nacimiento del mundo moderno. Consiguió que en el siglo XX surtiera efecto cierta relajación de certezas morales e intelectuales... Su filosofía del renacer, si se me permite llamarla así, caló muy hondo en los pensadores posteriores. Parecido cataclismo intelectual, produjeron los Sex Pistols en la cultura popular: Todo carecía de lógica si se prescindía de los preceptos tradicionales de poder... El "no future" abrió los ojos a una generación entera.

5. Ruptura de la dicotomía bien/mal. Los Sex Pistols adaptaron la estética desharrapada, el ruidismo y la falta de técnica como bandera. Las cosas mal hechas, o incluso, las representaciones del mal eran su seña de identidad. En el sermón del bautismo de Nietzsche, su propio padre, de forma premonitoria, recitó un discurso en el que se preguntaba qué sería de aquél niño, si tomaría el camino del bien o del mal. Años más tarde escribiría "Más allá del bien y del mal" donde separaba uno y otro como conceptos a su vez dependientes.

6. Pelos raros. El bigote de Nietzsche, de áspera largura desafía la armonía facial casi tanto como los cabellos disparados de los punks.

7. Malinterpretación del nazismo. La filosofía nietzscheana y su concepto de superhombre, como tantas otras cosas, fueron apropiados por el nacionalsocialismo para su propia interpretación. Durante mucho tiempo, la lectura del filósofo se consideró sólo a la luz de esta horrible y estéril ideología. Los punks utilizaban iconografía nazi para subvertir el significado simbólico de la estética. Sin embargo había (y hay) quien sólo sabe interpretar el atuendo militar o una esvástica desde un cerril y ultraderechista punto de vista.

8. La tragedia del amor. Nietsche conoció a Lou Andreas Salome en 1882, cuando él ya vivía como un ermitaño enfermo y raruno. Se enamoró perdidamente de ella, pese a ser una estudiante de 20 años que en apariencia poco tenía que ver con él. Le presentó a su amigo Paul Ree, y los tres se dedicaron durante cerca de un año a viajar y a imaginar un mundo nuevo, desposeídos de toda norma y convicción. Friedrich deseaba montar una suerte de comuna filosófica, sin certezas, y con una acusada noción de libertad. Sin embargo, enloqueció al comprobar que Lou Andreas y Paul Ree habían hecho sus planes juntos sin contar con él. Perdió la cabeza y la odió como solo se odia cuando se ha amado. Sid Vicious, siendo ya ex bajista de Sex Pistols despertó una mañana de octubre en el famoso Chelsea Hotel de Nueva York aturdido y ciego como acostumbraba a estar. Encontró a su novia (y ex grupie) Nancy Spungen -heroinómana como él- apuñalada y muerta en el baño. Él acabó en prisión, (aunque es improbable que fuera el asesino) donde siguió una terapia de rehabilitación; pero cuando salió montó una fiesta para celebrarlo. Había confesado en varias ocasiones que no quería vivir más. Aunque seguía enamorado de la difunta Nancy, estaba en la fiesta con otra chica, Michelle, a la que pidió personalmente que le inyectara heroína. Ella se negó, y el bueno de Sid Vicious le pidió a su propia madre (yonkie también) que lo hiciera. Murió de sobredosis. Años más tarde, la madre (que murió en el 96 también por sobredosis) confesó haber asesinado adrede a su hijo.

9. Frescura. Los conceptos de anarquía, caos, revolución, o negación fueron redefinidos con una soltura admirable en uno y otro caso.

10. La libertad como carga. Nietzsche pagó un precio muy alto por hacer despertar a una nueva era y generar un torrente ideológico desde la soledad. En "Así habló Zaratrustra", se muestra "cansado de su sabiduría" y se encuentra aislado, incomprendido, enfermo, y en constante búsqueda de su público y de su propia doctrina. Busca superarse a sí mismo, de forma paradójica para poder dominarse... Cosa que le lleva a la locura, a la búsqueda de la total libertad sin dios posible para incluso sustituirlo en su trascendencia. No concluyó su último cometido: Crear una filosofía más allá del bien y el mal y de las efímeras experiencias humanas, vivir solo hacia dentro. Una moral nueva, lo que llamó la transvaloración de todos los valores. Los Sex Pistols fueron un invento de Malcolm McLaren y en cuanto trataron de escapar del yugo de su demiurgo, el punk ya estaba en marcha definido sobre todo gracias a los Sex Pistols, que no podrían escapar jamás de aquello ni ser otra cosa diferente al punk.

Autodestrucción. Nietzsche murió a los 44 años, loco, enfermo y preso de la infructuosa búsqueda de la verdad fundamental de ser humano, un horrible callejón sin salida que le sobrepasó. Las drogas, la demencia y el punk, devoraron a los Sex Pistols, que son un icono -el icono- y no el en sí del punk. La única forma digna de terminar con el punk, era rendirse a él, en él, con él.
Lo dice Diana Aller